La terapia de juego es una
modalidad de psicoterapia infantil, dirigida a niños en edad preescolar y
escolar. Este tipo de terapia usa al juego como principal herramienta para
abordar diferentes problemáticas conductuales o emocionales.
El motivo por el que se recurre al juego, es porque es el principal medio de expresión de un niño. A diferencia del adulto, que puede verbalizar sus problemas y emociones, el niño a través de su conducta y de su juego comunica lo que piensa y lo que siente, más que con palabras.
Por eso es común que ante una
situación de estrés muy fuerte, como puede ser la experiencia de una cirugía,
la separación de los padres o maltrato físico o verbal, los niños representen a
través de su juego esa situación que le genera estrés, por ejemplo asumiendo
ellos el rol del médico y disfrutando mientras juegan a inyectar a sus muñecos
o a los integrantes de la familia, o gritando y golpeando a sus muñecos como
posiblemente él mismo lo haya experimentado. Pues de ese modo el niño tiene el
control de una situación que en la realidad no puede controlar.
Existen diferentes enfoques de
terapia de juego, en función de la corriente psicológica que maneje el
terapeuta. Unos enfoques son más directivos, es decir, el terapeuta plantea
algunas actividades de juego previamente establecidas o planificadas de acuerdo
a la problemática particular del niño; o bien pueden ser no directivos, en
donde el terapeuta trabaja con el juego libre del niño y a partir de lo que el
niño juega espontáneamente se van haciendo las intervenciones pertinentes.
Sea cual sea el enfoque,
generalmente se trabaja con ayuda de títeres, muñecos de peluche, juguetes
representativos de la casa y actividades cotidianas, juegos de mesa,
plastilinas, pintura, etc.
Las sesiones de terapia de juego
brindan un espacio al niño para que pueda expresar sus emociones de una manera
segura y aprenda a manejarlas.
Es importante contar con la
colaboración de los padres a través de una comunicación constante
terapeuta-familia, para lograr un manejo adecuado de las emociones y conducta
del niño que le permitan superar las problemáticas que presenta.
¿Cuáles son las problemáticas que
se pueden abordar con la terapia de juego? Prácticamente todas las problemáticas
emocionales o conductuales comunes en la infancia como: temores, inseguridad,
ansiedad, baja autoestima, reacciones de duelo por la muerte de un ser querido
o la separación de los padres, conductas agresivas, desafiantes, etc.
Básicamente la terapia de juego sólo estaría contraindicada en algunos niños
con trastornos psiquiátricos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario